Ayer vi la película “El número 23” por segunda vez (día propicio, por cierto) y he de decir que me resulta bastante interesante. Es curioso ver cómo un simple número puede llegar a obsesionar a alguien de una forma demente. Es curioso, también, ver cómo esa obsesión es creada por el individuo y no por ningún tipo de poder que tenga el número en sí. No es el número el que nos enloquece, es la búsqueda que realizamos la que nos hace seguirlo como si nos estuviera llamando. Como decía en la película, quizá no exista el destino, sino las decisiones propias que podemos tomar. Es decir, nada está escrito, las casualidades del número 23 no están ahí para volvernos majaretas. Nosotros somos los que decidimos encontrar el número en cualquier parte.


Quizá todo esto podamos aplicarlo a cualquier otro comportamiento obsesivo que podamos tener. Pensamos que sucede una cierta situación hasta el punto de que cualquier otro hecho que encontremos lo relacionamos a nuestra situación, tenga o no nexo de unión con ella. Sin embargo esta idea contradice a la que leí en la revista “Muy interesante”, que pone en duda el libre albedrío aunque tendemos a pensar que tenemos el control sobre nuestra voluntad. No obstante hay que tener en cuenta dos cuestiones; la primera es que en la locura y la genialidad (tal vez no tan distantes la una de la otra) los patrones y esquemas mentales pueden cambiar radicalmente, y la segunda es que tanto en la idea de la película como en la de la revista, sea intencionadamente o no, achacamos la causalidad de los acontecimientos de forma no siempre correcta.
Y para concluir, como experiencia personal puedo decir que últimamente me atormenta una obsesión que en cuestión de horas comprobaré si era sólo eso o si mis conjeturas tenían fundamento. Necesito averiguarlo puesto que si no, el festín de emociones que alberga mi cabeza me vencerá. La duda es ¿qué pasará cuando lo sepa?
Almun Freud
Pues si te apetece desahogarte con la señor Irise ya sabes, me tienes a tiro de piedra.
ResponderEliminarInteresante post, me ha gustado. Está bastante bien proyectado, la de métodos lo gozaría con ud. jaja
Un besazo para ella (ójala la entre una diarrea).