PSICOpapirofleXYa

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miércoles, 27 de enero de 2010

¡Qué agradable es vivir en Madrid!

No hace falta tener unas buenas parabólicas para escuchar las lindezas auditivas que nos brinda la gente.

Primero un coro histérico de PI PII PIIIII saluda a la ciudad.

Más tarde procuro no acercarme a un individuo que va soltando perlas tales como “¡Me cagüen sus muertos! ¡Me cagüen to' su raza!”

Luego me cruzo con otro que dice “Mira, guapa, qué móvil máh güeno veeendo; un Aifos (¿I-phone?)”

Un hombre ladra, un perro corre para coger el autobús... ¡Ah, no! Era al revés... ¿no?

Y entre toda esa enmarañada multitud yo camino disfrutando de una sonrisa. Sonrío porque me apetece pensar que soy la única que se fija en los demás viandantes aunque quizá nunca más los vaya a ver. Sonrío porque todavía hay niños ilusionados cubiertos con gorritos que les protegen del frío de enero que van triunfantes a hombros de sus padres (¡Inocentes críos!). Sonrío también porque hay parejas de ancianitos que pasean de la mano, quizá por mantener la estabilidad respecto del suelo o quizá, quiero creer, porque siguen enamorados.

Me resulta tan alucinante poder percibir todo eso, que si dejáramos a un lado cosas como el estrés, sería realmente agradable vivir en Madrid.

Además me estoy planteando hablar en voz alta por la calle, total, como nadie me conoce... ¿pensarán que estoy loca? Posiblemente, pero al instante se habrán olvidado de mí. (Esto como experimento me resultaría curioso, no es que esté mal de la cabeza. O a lo mejor sí, porque los dementes no admiten que lo son).

PD.: Sin embargo, Madrid por la noche no me gusta. La gente deja el agobio pero se desahoga de forma violenta...

miércoles, 20 de enero de 2010

¡Defenestra el diván!

Los exámenes nos acechan peligrosamente a la vuelta de la hoja del calendario y en estos momentos empezamos a tener síntomas de agobio y desesperación (que muy bien sabemos serían más débiles si hubiéramos empezado a estudiar MESES atrás).
Es el pan nuestro de cada curso pero reconozco que le da un toque de emoción a la vida universitaria.
Sin embargo, a veces necesitaría simplemente hacer caso a la recomendación de Ned Flanders que dice “vaso de leche caliente, siestecilla y UNA LOBOTOMÍA FRONTAL” (¡qué razón tiene en ocasiones el santurrón!)* y desearía mandar todo a hacer puñetas y tirar todo por la borda o, según el título, por la ventana. Pero ese título tiene varias interpretaciones. En momentos de saturación puede implicar ganas de no continuar. En momentos de reivindicación puede implicar ganas de meter en las cabecitas ingenuas de la gente la idea de que se olvide de identificar a la Psicología con el Psicoanálisis. En momentos de rebeldía puede implicar ganas de poner patas arriba todas las teorías actuales y buscar nuestra propia psicología.
Sea como sea, a mí me MOLA el estudio de la mente y llevo unos días en los que estoy “investigando” por mi cuenta, es decir, aparte de las clases; y he leído sobre consultas on-line, he mirado el Código Deontológico de los psicólogos, he echado un ojo a información sobre los electroshocks** y he descubierto que tengo en casa el Walden Dos***.
En fin, seguiré indagando en estos temas, y os animo a afrontar con fuerza los exámenes.

:-)
* ¡No os perdáis esta noche el especial de los Simpson!

martes, 12 de enero de 2010

El Columpio Asesino

Cada día me engancha más este grupete. Os dejo un poco de información copiada directamente de la Wikipedia (Sí, lo que voy a hacer es una cutrada inmensa. Lo sé. Pero os prometo que hoy estoy realmente perra y no doy más de mí):

El Columpio Asesino es una banda de música de Pamplona formada en 1999. Tiene un estilo difícilmente clasificable, (con estoy estoy totalmente de acuerdo) que va desde el rock al punk, (pasando por lo ambiental) pero siempre con un estilo muy personal, mezclando la electrónica y los sintetizadores. Las voces suelen ser otro instrumento con el que juegan y experimentan de un modo diferente al acostumbrado. + 1 Las letras pueden ser sencillas y repetitivas o bien crípticas y narrativas, pero siempre cargadas de crudeza, caracterizándose en su temática, al igual que en lo musical, por su eclecticismo.